lunes, 12 de noviembre de 2007

Webmasters equivocados

Alien [blackhat4all@gmail.com]

Una la las labores que más se envidia en la actualidad con respecto a la informática es el trabajo de WebMaster. Y no es que no haya otros que paguen más o donde podamos obtener mayores beneficios. Pero el caso es que como WebMaster podemos hacer literalmente lo que queramos con la página que tenemos a cargo.

Para nadie es un secreto que, en la mayoría de los casos, quienes dirigen centros que se encargan de dar servicios online o tienen una página que mostrar a la sociedad, carecen de los conocimientos informáticos para llevar un control efectivo de la labor que realizan sus trabajadores. Hace unos 10 boletines, ZorphDark publicó un artículo al respecto, y es que resulta risible que en muchos casos el centro de preocupación sea el uso correcto del uniforme (en caso que se lleve alguno), el control de todas las instalaciones, la belleza de un buró, antes que controlar de forma efectiva el producto que se muestra. Y no es que lo anterior no sea un aspecto que haya que cuidar, pero si incurriéramos en una falta dentro de nuestros trabajos, quedaría como un problema o deficiencia que habría que solucionar, pero siempre dentro del estrecho marco que incumbe solamente a los trabajadores de la institución. Sin embargo, si el problema, defecto, o falla está en lo que se muestra a la población, entonces ya sería algo público y, por ende, el problema sería mayor.

Este texto sale a relucir porque hace poco, en una de las pocas salas de chateo que existen, alguien, con buena o mala intención, estaba haciendo gala de conocer direcciones no públicas que se encontraban alojadas en un servidor.

En lo particular no me molesta que lo haya hecho ya que, para serles franco, el servidor ni era mío ni yo soy el WebMaster. Pero sí me preocupan algunos aspectos:

1. El chat:

Sabidos es por todos que las salas de chateo fueron eliminadas de los dominios .cu. Las razones aún quedan pendientes de explicación pero, si me pidieran a mi alguna, lo que se me ocurriría decir es que las personas que a ellas accedían no eran para conocerse o establecer una sana amistad sino para hablar barrabasadas que en nada contribuían a elevar el nivel cultural de los que coexistían en la sala. Tras 5 minutos de estar en un chat, era casi seguro que uno habría de escuchar toda mala palabra que se pueda pronunciar en español, y quizás hasta que una u otra nueva que se acababa de inventar.

A todas esas personas que utilizan los chat para estos asuntos, les pediría por favor que fueran al parque, a un lugar público que no puedan cerrar porque, de lo contrarío, con esa actitud afectarían a no pocos usuarios. (Y lo peor, después como se quejan...)

2. La confianza

Después de haber obtenido algunas de las direcciones, comencé por mí mismo a realizar la búsqueda de otra, encontrando para mi sorpresa varias fotos de artistas ocultas en páginas a las que comúnmente llamaríamos “serias”. No creo que cualquiera pueda entrar así como así a un servidor y registrarlo como si fuera una memoria Flash... Y aunque tampoco dudo de los conocimientos de muchos, yo optaría por la vía de la confianza.

No dudo que un WebMaster, quizás con la más noble de las causas de compartir con sus colegas o amistades algunas fotos de sus artistas preferidos, haya colocado en su server algunas carpetas con fotos y haya corrido el comentario entre un pequeño y reducido grupo de amistades, del cual quizás no todos eran “amigos”, y de ahí se fue corriendo la bola hasta llegar a un chat, un lugar público visitado por varias personas al mismo tiempo y que en realidad nadie sabe quién es quién, y lo mismo puedes estar hablando con niño de 13 años que vive en Japón, que con un …

3. La ignorancia

Dejando a parte la confianza, quisiera enfocarme en la ignorancia de quien lo hizo, si en algún momento pensó que no sería visto por el resto de las personas que cohabitan en la RED.

Para los que no lo sepan, existen seres dentro de este mismo país que no duermen, que no comen, que no viven, que no salen de paseo, que no hacen nada que no tenga que ver con un cable de teléfono y un pitido intermitente en la línea. Estas personas, sin ser WebMaster, revisan constantemente la red en busca de nuevas informaciones, de nuevos agujeros, de espacios por los cuales se puedan colar, no para hacer daño, sino para estar más adentro aún, hasta llegar a la génesis donde todo comienza a ser todo. A estas personas, difícilmente se les escapa algo pues buscan utilizando cadenas de caracteres más largas que las que se pueden visualizar en la barra de direcciones, y cada nueva búsqueda fortuita genera una mayor complejidad en la búsqueda posterior.

Sería iluso de nuestra parte pensar que somos invisibles en la red, que no nos ven los demás, que no existimos. Sé que a veces la tentación de saber que se tiene más control que la mayoría hace cometer errores, pero antes de incurrir en ellos se deben pensar bien las cosas, medir las consecuencias.

No es mi objetivo ni el de BlackHat hacer una guerra sino alertar de los peligros a los que se exponen, tanto instituciones como personas en general. Y con este fin ya ha salido desde BlackHat un correo dirigido personalmente al encargado de la página para que tome medidas a tiempo. Pero más que alertar a un WebMaster, el objetivo de este artículo es hacer un llamado a todos aquellos que han cometido el mismo error para que solucionen las cosas y continúen en sus trabajos, en los que, si bien no tienen las mayores ganancias, sí pueden hacer mucho por los que están esperando a que acabe de registrarse su equipo en la red.



Artículos relacionados


No hay comentarios: