lunes, 2 de julio de 2007

2 Fast 2 Furious

Alien [blackhat4all@gmail.com]

Muchos a veces quieren tener la mejor PC de su barrio, de su escuela o de su provincia, y se pasan el día instalando programas que no utilizan y software que "alguien" les dijo que era lo mejor, porque era del 2007.

Dos días antes de escribir esto, una persona muy allegada a mí me decía: -Mira lo que tengo aquí...-, mientras alzaba en su mano derecha un CD que después supe que estaba lleno de fuentes (tipografías) y que quería instalar en un Celeron del que se estaba quejando por su lentitud.

No tengo nada en contra de los que quieren tener todos los tipos de letras; eso es quizás hasta bueno para el que sólo se dedique a hacer montajes o PowerPoints de: "Te amo", pero ¿es necesario copiar en el sistema un disco compacto de fuentes? Cuando nuestro ordenador enciende, una de las tantas tareas que realiza es la de ordenar toda su caligrafía, buscar que tenga las imprescindibles, que no le falte la Times New Roman, la Courier New, entre otras. Eso es sin contar programas como el Office 2007, que de por sí se toman su tiempo, ¿se imaginan tener que leer y ordenar alfabéticamente 3 o 4 veces más la cantidad de fuentes? Para mí eso es un abuso.

Están los otros que instalan Windows y su respectivo Media Player y, porque alguien le dijo (con toda razón) que el MusicMatch graba y quema más rápido, lo instalan, y luego quieren el Jet Audio, porque es más bonito o el BPM Studio porque hace transiciones; y cuando ven la máquina lenta, sin desinstalar los anteriores, instalan uno que consume menos recursos, y al ver que no hay mejorías, buscan un técnico, y con aires de inteligencia le dicen: "Yo no sé porque está lenta, si el único que uso es el Winamp".

Windows tiene incluido en su paquete dos herramientas que para mí son de gran utilidad. Una es el ScanDisk, que se encarga de revisar el disco duro en busca de errores y, aunque no tiene que ver directamente con la velocidad, nadie puede negar que no funcionará igual un HDD que no contenga fallas a uno que haya sido formateado varias veces y no esté bien cuidado. La otra utilidad a la que me refería es el Desfragmentador, sobre el cual se escribió un artículo en BlackHat #18. Esta tarea sí mejora notablemente el desarrollo de la PC, puesto que se encarga de todo lo que es la organización de los archivos dentro del disco duro. Un archivo fragmentado y dividido por varias zonas del disco no se ejecutará con la misma rapidez que uno que se encuentre organizado en un sentido lógico. Estas herramientas no están escondidas en lugares secretos ni nada por el estilo; están ahí, justo en las propiedades del disco y, aún así, estoy seguro que menos del 30% de los usuarios alguna vez las han utilizado.

Sin irnos muy lejos aún de los HDD, hablaremos sobre su espacio. Aunque un disco tenga un espacio libre de 100 Gb, a la hora de encenderla y empezar a trabajar con la misma siempre será menor, puesto que los programas que ejecutamos descargan gran parte de su contenido al abrirse. Muchos de ellos te advierten de esto, como es el caso del MusicMatch, que para poder reproducir música requiere que el disco duro tenga un espacio de al menos 20 Mb; el mismo desfragmentador que citábamos antes requiere de un 15% de espacio libre en el disco; pero otros ni siquiera te advierten, se limitan a ejecutarse con el espacio que se tenga libre a costa de una considerable demora en todas sus ejecuciones y, por consiguiente, afectando a otros programas. Hasta ahora no me he encontrado con ningún manual que diga qué espacio libre deben tener los HDD, pero por prueba y error, yo recomendaría mantener al menos un 25% libre en el disco de sistema, que es el que por defecto está configurado para almacenar los datos de los softwares que se ejecutan. Una forma de mantener parte del disco duro limpio es borrando frecuentemente los archivos temporales.

Un antivirus efectivo ayuda también a disminuir la carga de trabajo que pueda tener el microprocesador en un momento determinado. El antivirus se encarga, entre otras cosas, de ir revisando constantemente los procesos del sistema y las carpetas a las que se accede, así que lo más recomendable es que se pueda configurar para que utilice solo un porciento determinado de recursos.

Al registro de Windows es a donde van a parar todas nuestras barbaridades, y es además una de las primeras cosas que revisa nuestro sistema operativo cuando arranca. Un registro bien organizado y que no tenga errores ni apunte a lugares que no existen ayuda también a que nuestro sistema cargue más rápido. También por el registro se ordena la carga de programas que a veces ni usamos, o que simplemente no nos hacen falta en ese momento, pero que igual se ejecutarán. Quitándolos nos podríamos ahorar unos cuantos segundos.

He dejado para casi el final algo que es un poco más arriesgado: la limpieza física. Una máquina a lo largo del tiempo va adquiriendo polvo y suciedad que, entre otras cosas, pueden tupir algunos espacios por donde normalmente debería entrar algo de ventilación, y cuando digo esto me refiero principalmente al fan del microprocesador, el cual ya sabemos -por artículos anteriores- que al sobrecalentarse disminuye su rendimiento.

Y por último -pero no menos importante- se debe saber qué programas estamos usando. Normalmente un buen programador se encargaría de hacer que sus aplicaciones tomen sólo la memoria que va necesitando el programa a lo largo de su tiempo de vida y cuando finalice descargue todos los recursos utilizados, pero sabemos que hay quien no los hace así, y sobrecarga la máquina creando un arreglo de 1000 elementos para guardar los nombres de sus compañeros de aula. Es imposible saber cómo está programado cada uno de los softwares que utilizamos, pero por una simple cuestión de lógica, deberemos confiar más en un programa de audio profesional que ha cumplido durante un tiempo determinado con los estándares establecidos, que en un reproductor que hizo nuestro vecino y nos lo quiere "meter por los ojos".

Para saber más...



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