lunes, 15 de diciembre de 2008

¿Qué es WiMax?

Luis Domínguez [luisd@vc.copextel.com.cu]

WiMax (Worldwide Interoperability for Microwave Access) es el nombre comercial del estándar 802.16, un protocolo de transmisión de datos inalámbrico que va un paso más allá de WiFi. WiMax promete una velocidad de 70 megabits por segundo (siete veces el ancho de banda de WiFi), que con una sola antena cubrirá un área de 50 kilómetros a la redonda, frente a los 300 metros de WiFi. Es decir, WiMax será a una ciudad entera lo que WiFi es para los hogares: conexión a Internet a alta velocidad sin cables.

El nuevo estándar está respaldado por importantes fabricantes de equipos y proveedores de servicios. El WiMax Forum está formado por más de 200 miembros entre los que destacan nombres como Intel, Nokia, Siemens, Motorola, Samsung o Fujitsu, y donde no faltan operadores de telefonía como Deutsche Telekom, France Telecom, Telecom Italia o Euskaltel. Intel es el gran impulsor de esta nueva tecnología; ya produce los primeros chips WiMax que los fabricantes venderán integrados en sus equipos en unos dos años.

Si WiFi conecta todo el hogar a la Red sin cables, WiMax promete hacer lo mismo con las ciudades

Todavía vivimos la revolución WiFi, que ha liberado Internet de los cables en los hogares, aeropuertos, restaurantes... y ya está aquí su 'hermana mayor', WiMax, que ofrece mayor alcance y más ancho de banda. Esta nueva tecnología, respaldada por buena parte de las empresas más importantes del sector, permitirá con una inversión mínima crear redes inalámbricas metropolitanas conectadas a Internet a alta velocidad que compitan con las grandes empresas de telecomunicaciones. Tras un retraso en el proceso de certificación del estándar, se comenzó a rodar en una primera fase, y que en el 2007 se vendieron los primeros equipos con chip WiMax integrado.

Internet a todas partes

Además de las ventajas inherentes a una amplia red con gran capacidad, a través de la cual ofrecer todo tipo de servicios, WiMax se presenta como una eficiente alternativa para llevar Internet a lugares donde hasta ahora era prohibitivo, como las zonas rurales. En España, Iberbanda trabaja con Intel para llevar esta tecnología a zonas de Cataluña y Andalucía sin cobertura de banda ancha como el ADSL.

WiMax , al contrario que las redes de telefonía móvil (como la actual GSM o la incipiente UMTS), opera dentro de un espectro de onda no regulado (por debajo de los 11Ghz), por lo que en principio no deberían existir demasiados requisitos legales para su implantación, más allá de los problemas que ha habido entre la CMT y los municipios que han instalado redes WiFi sin las licencias necesarias. Será suficiente una inversión al alcance de una Pyme para dar conexión a Internet de banda ancha a grandes zonas.

WiMax funciona mediante señales de radio al igual que WiFi, pero a diferencia de ésta, cuya señal comienza a degradarse cuando trabajan más de 20 personas a la vez, soporta varios cientos de usuarios por canal, con un gran ancho de banda. Es adecuada para ofrecer múltiples servicios de calidad (voz sobre IP, datos, vídeo, etc.) de forma simultánea.

WiMax frente a todos

Los reyes del acceso a Internet por banda ancha son el ADSL y el cable, con WiFi para llevar la Red por el aire dentro de un espacio de unos centenares de metros y UMTS para hacerla completamente móvil (aunque de un coste muy superior). WiMax viene a trastocar un poco los planes de todas estas tecnologías, pues a todas les puede llegar a afectar de alguna manera. La instalación es mucho más barata que la del UMTS o las redes de cable; una pequeña inversión será suficiente para cubrir una ciudad entera con servicios de voz y datos sin necesidad de abrir zanjas.

En principio WiMax no compite con WiFi , pues permitirá conectar los puntos de acceso ( hotspots) de WiFi entre sí. De la misma forma, puede desarrollarse en paralelo a los accesos por banda ancha ofrecidos por las redes de cable y ADSL. Sin embargo, si se convierte en un estándar de uso generalizado y se despliega de forma masiva, podría reemplazar a otros tipos de conexión, e incluso amenazar a la telefonía móvil de tercera generación. La firma de investigación TelecomView destaca en un estudio las buenas opciones de WiMax para acaparar hacia 2009 buena parte de la cuota de mercado del UMTS y el ADSL, tecnologías que en algunos casos puede complementar pero en otros sustituir.

La última milla

La batalla actual entre los proveedores de acceso a Internet está en la última milla, el bucle local o tramo del cable que llega hasta los hogares. El desarrollo de WiMax podría acabar con el dominio del mercado del que disfrutan los propietarios de las líneas que van desde las centralitas a cada domicilio. Con esta nueva tecnología, cualquier proveedor podrá ofrecer acceso a Internet de banda ancha directamente a las casas, sin necesidad de tender una red de cable hasta cada hogar. Y, aunque WiMax nació con el objetivo de cubrir la última milla, también será capaz de ofrecer una alternativa a las conexiones por cable y ADSL.

También representa un serio rival, al menos a medio plazo, para la telefonía móvil de tercera generación (UMTS). La señal de radio de WiMax atraviesa hasta el hormigón, mientras que basta la niebla para deteriorar la de UMTS, que debe desplegar antenas en el interior de los edificios para ofrecer cobertura. Las nuevas operadoras móviles podrían emplear el estándar WiMax para competir con la telefonía 3G, aunque esto dependerá de los organismos reguladores. De hecho, hay un periodo de restricción (hasta 2007) destinado a que los operadores intenten recuperar sus cuantiosas inversiones en el despliegue de UMTS.

Pero aunque WiMax pueda ser un adversario de UMTS en zonas metropolitanas, será difícil que se despliegue una red que cubra todo el territorio y compita en movilidad con las redes de telefonía. Sin embargo, la siguiente revisión del estándar, 802,16e (conocido como WiMax móvil), sí que aparece como alternativa sólida a las redes de telefonía 3G. Por lo que pueda pasar, los operadores ya trabajan en una nueva red (Súper 3G), diez veces más potente que la actual. Brian Subirana, profesor del IESE, cree que para que la telefonía móvil de tercera generación sobreviva a la amenaza de WiMax deberá bajar sus costes de forma radical, convertirse en un servicio ubicuo y llegar a ser un estándar generalmente aceptado, algo que con sus cualidades no parece muy complicado.



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