lunes, 16 de julio de 2007

Hacker

Alien [blackhat4all@gmail.com]

No es difícil escuchar por estos días a un joven, recién salido de una secundaria y con aspiraciones a estudiar carreras informáticas, hablando de querer convertirse en un hacker, colarse en un sistema remoto y romper 100 máquinas con un solo clic. Sin embargo, cuando uno se le acerca y le pregunta qué quiere decir "hacker", muchos se ven en la obligación de permanecer callados por desconocimiento a la respuesta.

Durante años se ha asociado la palabra hacker con un joven de rondando los 18 años, tez blanca, delgado, todo vestido de negro, con atuendos extravagantes, quizás con algún vicio o gesto repetitivo, pero, ¿es realmente eso un hacker?

En mis primeros años trabajando con computadoras, yo fui uno de esos mozos que creía que podía dominar el mundo sin haber leído textos realmente instructivos, sin haber programado aún mi primer "Hello World"; me llené la cabeza de títulos como: "Aprenda a hackear en 21 días", "Ser un hacker en 20 minutos", "Cómo ser un verdadero hacker", que, aunque al principio realmente me creía eso que de escribir con faltas de ortografía y hablar con jergas complejas para los no asociados a la computación, con el paso del tiempo y cientos de mensajes de error en varios lenguajes, me fui dando cuenta que escribir mal no me iba a ayudar a entender dónde estaba el error a la hora de compilar; comprendí que no era la vestimenta la que me iba a dar una reputación entre de mis compañeros, sino mis conocimientos; aprendí que eso de ser un hacker jamás lo aprendería de continuar así.

Hay cosas que para verlas mejor hay que verlas desde lejos. Muchos viven parte de sus vidas tratando de dar una imagen que no es real, codeándose (o tratando de hacerlo) con personas de cierta reputación, pensando que eso los va a ayudar a hacerse de una; pero al menos en este mundo digital las cosas funcionan de otra forma.

No vale de nada vestirse de negro, salir a la calle y caminar como si alguien te persiguiera, llegar a tu casa a altas horas de la noche y con un programa que ya ha sido creado por otro, escanear la red o enviar un mensaje anónimo a un amigo usando una aplicación dedicada para este fin; eso no es hackear, ni siquiera se acerca. A esas personas los verdaderos hacker les llaman lamer.

Ser un hacker va más allá, ser un verdadero hacker empieza desde que se está en la cuna y se siente curiosidad sobre cómo funcionan los muñequitos que mamá nos puso colgando del techo. Ser un hacker consiste en explorar los lugares más recónditos y prohibidos, es una ideología, una forma de vida, de pensar, de enfrentar los problemas. Un hacker no es el que se autodenomina a sí mismo como tal y trata a los demás con aires de grandeza, no es creerse Dios porque se ha hecho ping por primera vez; es sentir cada clic, poder entender cómo funciona un programa por dentro o al menos tener al curiosidad.

Cuando se comienza a tomar cierto conocimiento, muchos creen que la mejor forma de "mantenerse" en un estatus social propicio es no divulgar sus conocimientos, sólo guardados para sorprender a sus novatos colegas con cosas ridículas. Sin embargo, la mayoría de los recursos que hay en las redes están hechos o iniciados por hackers, por los de verdad, que no piensan que deban hacerle perder el tiempo a sus homólogos fabricando las mismas cosas, sino que ayudan a divulgar la información, porque saben que alguien allá afuera está esperando ese trozo de código para crear un programa realmente valioso, que puede solucionar los problemas de muchos. Un hacker comparte, porque sabe que es la forma más rápida de darse a conocer y ayudar a los demás, porque sabe que alguien le va a corregir algunos bugs en su código, y esto lo ayudará a ser mejor.

Un hacker debe tener un conocimiento básico sobre varios lenguajes de programación, incluyendo algún lenguaje script, y dominar completamente al menos uno de esos, puesto que esa es su herramienta fundamental. Hoy en día, que la mayoría de las cosas se hacen on-line, alguien que aspire a ser un hacker debe saber cómo trabaja la gran telaraña, cómo se busca, se encuentra, se entra y se sale de Internet.

Para los que se desean iniciar en este camino y no tengan los conocimientos fundamentales, les pudiera decir que empiecen escribiendo cositas, ya sean códigos o pequeños artículos que sirvan a otros como base de estudio o consulta. Creen programas, pero no los mismos; de nada vale hacer un editor sencillo de texto, el mundo ya tiene millones. Destáquense por sus iniciativas, por sus ideas revolucionarias. Hay muchas cosas interesantes y en computación no hay imposibles. Recuerden que nadie nace sabiendo, incluso los más famosos hoy en día empezaron desde abajo.

Los juegos son un entretenimiento para todos los que pasamos horas sentados frente a un monitor, pero, cuidado, alguien que empiece a trabajar en una computadora y tenga grandes expectativas puede ser atraído por los gráficos y desvirtuarse, perder su camino y terminar siendo un esclavo de las consolas.

En la inmensa mayoría de los casos, convertirse en hacker cuesta muchos sacrificios y años de vida; por lo general no se puede ver el cambio de la noche a la mañana. Un día serás una persona común y corriente, luego, a la mañana siguiente, ya te estarán llamando personas allegadas para pedirte algún consejo sobre algún texto que has puesto en la red. Después, sin darte cuenta, recibirás una llamada de algún extraño, al que le dijeron que tú podías ayudarlo, y así se sucederán hechos y cosas que levantarán tu nombre, hasta que un día cualquiera mirarás hacia atrás y verás que a lo largo del tiempo has acumulado una cantidad de información valiosa, y solo podrás recordar que un día empezaste haciendo un simple clic.

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